domingo, 13 de diciembre de 2009

Fritz Lang: Metrópolis






Que Metrópolis sea un hito cinematográfico es algo que no se ha puesto en duda. Que lo sea en todos los sentidos...eso es algo largamente discutido. El propio H.G.Wells dijo, si bien no siendo crítico de cine, que era "la mayor tontería que he visto en mi vida". Como consagrado escritor de ciencia ficción, su opinión nos merece respeto.
Para descargo de su director, Fritz Lang, de quien dicen que pronto renegaría de los aspectos políticos del film, la película se enclava en un período histórico bien convulso. La inminente comunión de su mujer y su posterior marido -actor participante en Metrópolis- con el nazismo viene a complicarlo todo aún más.




Se ha discutido mucho acerca del amalgama ideológico que circula por esta cinta. Y con diferentes conclusiones. A primera vista semeja una emulsión bastante simplista. Las trazas de nacionalsocialismo se dejan adivinar, de la mano de una crítica feroz al comunismo y a la lucha de clases que para ello se generó. Añadamos a esto la vía reconciliatoria del amor como vector resolutivo. A modo del más optimista de los socialismos franceses -véase Proudhom- el progreso y el diálogo entre el trabajo y el trabajante...serán siempre productivos, beneficiosos en todo caso. A modo de sordina de intereses, la fe mesiánica en una mujer redentora ha de hacer volver a la cordura a una masa que sólo tiene una característica, la falta de razón. O bien subyugada absurdamente, como una mula muda, o bien excitada como una manada de perros rabiosos. La masa gusta de ser descrita por su falta de luz, por habitar en las tinieblas de la razón, y ser ilustrada por aquellos que han tenido la bendición de ver el sol. En este caso el mito de la caverna no se cumple, o no es aplicable, pues masa no tiene conciencia, y mucho menos de sí que diría Marx. Sólo actúa coaccionada según nos hacen ver..y por la violencia. De cualquier modo, la exageración y la diversidad de los factores aquí combinados, no parecen haber dado fruto a una pieza homogénea y estable. Marxismo, Socialismo, Nacionalsocialismo, Mesianismo, Cristianismo, cultos paganos a Moloch, etc... en cada uno de los casos con la duda de si se utilizan de modo ideológico o ingenuo.



La masa es elemento distrópico de la ciudad, unos remeros sumergidos que dan dinamismo y aliento a una urbe marmórea. Y la arquitectura es fiel reflejo de cada parte en conflicto. El inframundo o infierno es una catacumba de seres amontonados, sin solución de continuidad; cuya transición y comunicación es nula. Definición del agujero o caverna. La inmundicia es el factor aglutinante, acorde con la catadura moral de sus habitantes. Y léase bien lo que inmundicia significa. El mundo de lal luz es el del edificio esbelto, que apunta a Dios a través de la mano del hombre. Su circulación es horizontal, por pasarelas y artilugios volantes que ponen en contacto esferas cristalinas de un mismo nivel. Este mundo aspira a lo divino, y por ello se permite reconstruir su Edén en toda su cima...como si las alturas los hubieran de eximir del pecado.



Dicotomía ruda y ayudada por el Blanco y Negro para ser reasaltada; se ve mezclada por unos pocos elementos heterogéneos, como la casa del científico Rotwang (nótese la no casualidad de Rot, en alemán "Rojo" y sus características diabólicas o judeomasónicas). Es uno de los pocos objetos de contacto, fuera de circuito entre el mundo y el submundo, un taller alquímico que ha participado de los dos planos.



En todo caso, como referencia arquitectónica es indiscutible. Un futuro del que han tomado prestadas ideas, tal vez otras muchas películas, como pueda ser Blade Runner u otras me menor calado, como el 5º elemento, si bien con cargas ideológicas diametralmente opuestas.
No obstante a su discutible contenido, los trazos y líneas marcados por este film siguen siendo imitados...

Nota: imágenes tomadas de:

http://alfonsoordosgoitia.files.wordpress.com
http://diselabia.files.wordpress.com
http://cineclubesdecordoba.files.wordpress.com
http://www.ectomo.com
http://greg.org

No hay comentarios:

Publicar un comentario